VI. El marco de mis encuentros: las escuelas de Granada y Almería

No es que las Escuelas Familiares Agrarias sean el principal objetivo de este reportaje, lo que queda reservado, naturalmente, a los expertos, sino más bien hablar de agricultores de especial sintonía que algo tuvieron que ver con ellas y que, por su categoría humana y espiritual, por su fidelidad a una vocación, merecen ser recordados en este primer Centenario del nacimiento del Fundador del Opus Dei. Son más de los que se podría hablar, pero yo me voy a referir en primer lugar a algunos relacionados con la EFA de El Soto, en Chauchina y con la de Campomar, en Aguadulce.

Pero antes vamos a situar en el mapa la ubicación geográfica de Chauchina, en Granada, y de Aguadulce, en Almería.

EL SOTO

Esta Escuela Familiar Agraria se encuentra situada en la Vega granadina, en la población de Chauchina, constituyendo un importante centro rural con magníficas instalaciones pedagógicas, cuyo principal promotor fuera Francisco López Martínez, su primer director, fallecido hace unos años. Se trata de un centro integrado de formación profesional con más de treinta y cinco años de experiencia, calificado de "centro modélico en su género". La EFA de El Soto es el primer centro educativo granadino integrado en el modelo europeo de calidad total de educación, por lo que pertenece al Grupo de Escuelas de Alta Calidad. Tiene establecidos más de cien convenios de colaboración con empresas del sector relacionadas con su ciclo de estudios. Tiene, además, un Ciclo Formativo de Grado Superior para el que es necesario poseer el Bachillerato o Formación Profesional de 2º grado (con más de veinte años de edad).

La Escuela, como decimos, se encuentra en la rica Vega granadina, unos 937 Km2 (3O.OOO hectáreas) con 37 municipios regados por una importante red de acequias y las aguas del río Genil.

Al pie de Sierra Nevada, la Vega granadina es de una plasticidad paisajística incomparable, con números yacimientos acuíferos y rica agricultura, que ha tenido etapas sobresalientes. Así, en el siglo XVIII, esta Vega aprovisionaba de cáñamo a nuestros navíos de guerra. En el siglo XIX destacó por su importante producción remolachera, los famosos ingenios o fábricas de azúcar granadinas, que llevó la ciudad a la modernidad. Y en el siglo XX el cultivo de tabaco que, según algunos agricultores, no atraviesa hoy buen momento. Tal vez esta Vega esté necesitada hoy, como tantas cosas, de un reciclaje empresarial competitivo...

CAMPOMAR

Esta Escuela Familiar Agraria se encuentra situada en la barriada de La Gloria, en El Parador, entre Aguadulce y Roquetas, a un paso de la carretera Almería–Málaga, no lejos del mar. El edificio, obra social de la Caja de Ahorros de Almería, actual UNICAJA, está compuesto de dos módulos unidos por un puente, que consta de residencia, aulas, sala de estar, biblioteca, talleres, oficinas, etc., así como de zona deportiva. La EFA de Campomar está flanqueada por la pujanza de las zonas turísticas de Aguadulce –hoteles y urbanizaciones– y la no menos pujante extensión de las instalaciones agrícolas de invernadero que convierten este desierto en un mar de plástico. Arriba, la cumbre de la Sierra de Gádor –Enix y Felix– y, por abajo, la Casa de Espiritualidad, el Pocico y la Ventilla, zona urbanística que, en tiempos, construyeran los alemanes sobre un viejo puerto romano... Por lo que podemos decir que la EFA de Campomar se encuentra ubicada en el corazón de la zona seguramente más próspera de Andalucía, a pie de obra de la agricultura intensiva bajo plástico, a la vista de la autovía del Mediterráneo, y a pocos kilómetros de Vícar y El Ejido, capital económica de esta zona. La agricultura es la "actividad estrella" de este Sur, no sólo por la calidad de sus productos, sino por otras actividades económicas derivadas, como cooperativas, alhóndigas, flota de gigantes camiones frigoríficos y fuerte demanda de mano de obra. Jamás nadie pensó que de estos desiertos pudiese surgir tal emporio de riqueza, que ya anunciara el descubrimiento por el cine de la grandiosidad de estos campos de Almería.

En las Jornadas Agrosociales que suelen celebrarse anualmente en Torreciudad, Campomar llevó a las ediciones XII y XIV (l997 y l999) varias ponencias sobre: La importancia que la agricultura bajo plástico ha supuesto para la zona Sur de Almería, no sólo por los productos recolectados, sino por los importantes avances conseguidos sobre empresas semilleras, métodos de hibridación, nuevas técnicas de regadío y tratamiento de insecticidas, etc. También sobre lo conseguido en materia de alhóndigas y cooperativas, que son empresas características de la región, resultado de la unión de varios agricultores. Los niveles alcanzados por esta agricultura ha hecho que pueda competir con otros países punteros del sector. Y, naturalmente, la necesidad de una adecuada formación profesional, secreto de esa competitividad. En l999 se anunció la implantación de Internet en las empresas del Poniente almeriense, que abarca casi todas ellas, considerándolo una herramienta de gran utilidad.

Igual que la EFA de El Soto, de Chauchina, la de Campomar tiene establecidos planes de enseñanza con el mismo nivel de calidad y numerosos convenios con empresas del sector: se trata de cursos de jardinería, ordenadores, gestión de explotaciones agrarias, etc.

Dentro del ambiente descrito de la labor que desarrollan estas dos Escuelas, toca ahora hablar de personajes del mundo rural que, según su propio testimonio, deben mucho a las EFAs.